El
turismo activo es una tipología de turismo en la que la motivación principal
del viaje es la realización de actividades turísticas en ambientes naturales
que involucran esfuerzo físico por parte de los participantes y cierto nivel de
riesgo controlado como ocurre con el turismo de aventura.
Clases de turismo
activo:
Por el tipo de
actividad que realizan y su nivel de involucración con los usuarios turísticos
(los requisitos legales son diferentes), las empresas de turismo activo se
clasifican en:
a) aquellas que se
limitan a organizar y participar en las actividades que oferten, pudiendo
alquilar o no el material para su realización, (por su mayor involucración con
los usuarios, deben disponer de seguros de responsabilidad civil y de
accidentes y desarrollar un protocolo de actuación en caso de accidente
específico para las actividades que ofrecen) y
b) las que sólo te
alquilan el material necesario para practicar estas actividades.
Y en cuanto al
entorno donde se realizan, podemos distinguir tres tipos de turismo activo:
a) Terrestres:
airsoft, montañismo, senderismo, rutas en quads, bicicleta de montaña, esquí,
barranquismo, espeleología, etc.
b) Aéreas: ala
delta, parapente, rápel, tirolina, globos aerostáticos, benji, puenting, etc.
c) Acuáticas:
buceo, barranquismo, surf, kite surf, hidropedales, canoas, kayaks, flyboard,
etc.
Normalmente
los turistas de naturaleza y turismo activo se corresponden al grupo de mediana
edad, entre los 30-40 años, seguidos por el grupo de más jóvenes, a partir de
los 20.
La motivación de
las personas que deciden emprender este tipo de turismo se suele basar en
descansar y divertirse, realizar algún tipo de deporte y conocer la naturaleza,
seguido de la práctica de algún tipo de actividad. Las actividades que suelen practicar
este tipo de turistas suelen ser senderismo y bicicleta, aunque en menor medida
también: escalada, montañismo, montar a caballo o actividades de agua.
Referente al tipo
de alojamiento que utilizan podemos destacar hoteles, campings y casas rurales.
Se suelen alojar junto con la pareja, familia o incluso amigos. El perfil de
una persona que practica deportes de riesgo normalmente suele ser joven, con un
buen estado de forma físico y poseen una alta afición por las actividades de
aventura. Ello lo hacen básicamente por tener sensaciones de aventura extrema y
experimentar la adrenalina.
A modo
de resumen, podemos decir que es una rama de turismo divertido y sobre todo
para compartirlo con gente ya que lo hace mucho más entretenido. Además de
poder practicarlo durante todo el año, lo que hace que se adapte a las
necesidades de cada persona (vacaciones, fiestas, verano…). En definitiva se
trata de pasar un rato agradable y liberar tensiones.
Entrada realizada por Pablo Sancho, Fátima Sámper y Ferran Jiménez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario